viernes, 22 de noviembre de 2013

¡Para no comer!

Con las setas, cuidado, porque venenosas, haberlas, haylas y, aunque pueda parecer un tópico la advertencia, se debe tener precaución con su consumo porque las hay realmente peligrosas, a veces, mucho.
La peligrosidad de las setas se debe a que algunas de ellas producen toxinas que si son ingeridas pueden afectar al organismo de formas muy diferentes en cuanto a sus consecuencias y gravedad.
Habitualmente las intoxicaciones por consumo de setas se clasifican por el periodo de tiempo que transcurre entre el consumo de las mismas y la aparición de los primeros síntomas. Con este criterio pueden diferenciarse principalmente dos tipos:
          - Las de manifestación rápida; como máximo unas pocas horas después de la ingesta. Suelen ser las de menor gravedad, aunque no siempre.
          - Las que tardan en manifestarse más tiempo, desde unas horas hasta incluso días. Suelen ser más graves.
El tipo de intoxicación y por lo tanto sus consecuencias también es un criterio de clasificación. En base a él, y entre otras que no se contemplan aquí, pueden diferenciarse, por ejemplo:
          - Las que producen alteraciones gastrointestinales más o menos severas.
          - Las que producen intoxicaciones inespecíficas, como la rabdomiolisis, provocada por Tricholoma equestre.
       - Las que afectan a los sistemas cardiovascular y nervioso, con alteraciones en la conducta y, en muchos casos alucinaciones.
          - Las hepatotóxicas, generalmente muy graves, con desenlace fatal en algunos casos.
          - Las hemolíticas, con destrucción de glóbulos rojos.
Tanto en forma de documentos impresos como en la red global puede encontrase mucha y muy fiable información sobre la toxicidad de las setas. No es nuestro objetivo la exposición de este tema sino el mostrar, para el mejor conocimiento de los aficionados que se mueven en el entorno de Guadix, algunas de las setas peligrosas que son relativamente frecuentes, y por lo tanto causa posible de intoxicación.



Amanita pantherina (D.C. : Fr) Krombh. Su consumo produce tanto alteraciones cardiovasculares como neurológicas. Sus efectos pueden ser muy graves. Localmente puede ser algo abundante.


Amanita phalloides (Fr. : Fr.) Link. La ingesta provoca al cabo de unas horas alteraciones gastrointestinales importantes, aunque las consecuencias más graves se manifiestan posteriormente en un importante daño hepático, que puede desembocar en un desenlace fatal. Es relativamente frecuente en el mes de septiembre, después de unas lluvias, en las riberas de algunos de los ríos que bajan de la sierra. Hay que tener mucha precaución con ella porque su aspecto la hace atractiva para su consumo.


Psilocybe strictipes Singer & A. H. Sm. El género Psilocybe, junto a Panaeolus y Stropharia, posee especies alucinógenas. El riesgo de su consumo radica. entre otros, en que no puede conocerse "a priori" la cantidad de principio activo que poseen por lo cual las consecuencias tampoco.


Hypholoma fasciculare (Huds. : Fr.) P. Kumm. Es una seta muy frecuente, que crece siempre en tocones de planifolios, en grupos de aspecto muy atractivo. Puede ocasionar alteraciones gastrointestinales.


Lepiota cristata (Bolton : Fr.) P. Kumm. La aquí representada no suele considerarse de las más tóxicas pero se expone porque es necesario conocer las lepiotas de pequeño tamaño, que se deben descartar para su consumo sin ningún tipo de duda ya que, entre ellas, y dificimente diferenciables, existen algunas especies muy venenosas, portadoras del mimo tipo de toxinas que Amanita phalloides.


Mycena pura (Pers. : Fr.) P. Kumm. Su consumo (síndrome muscarínico) ocasiona un cuadro clínico muy variado, con alteraciones gastrointestinales y cardiovasculares, entre otros. Los mismos efectos los producen otras Myena y también algunos Inocybe y Clitocybes, como son las habitualmente consumidas por aquí, "blanquillas de los pinos" (Clitocybe phillophyla).


Paxillus involutus (Batsch : Fr.) Fr. Puede desecadenar reacciones de tipo inmunológico. Es relativamente frecuente en los ríos de la sierra. Su porte y aspecto pueden inducir a su consumo.

Pero las mostradas anteriormente no son las únicas que pueden provocar alteraciones orgánicas; existen otras que se consumen, a veces habitualmente, y que, en determinados casos, pueden tener consecuencias no deseables, por ejemplo:
- Armillaria mellea y también Lepista nuda, que se consumen habitualmente, a veces pueden desencadenar reacciones inmunológicas más o menos importantes, como Paxillus involutus, anteriormente expuesto..
- Clitocybe odora, que parece ser que podría tener principios activos potencialmente cancerígenos.
- Clitocybe phyllophila habitualmente consumida en el Marquesado del Zenete, pero que es uno de los Clitocybe blancos potencialmente venenosos.
- Las Helvella y Morchella (cagarrias), que producen hemólisis si se consumen sin una adecuada cocción previa, o desecación, al igual que ocurre con las amanitas del grupo Amanitopsis (p. ej. Amanita vaginata).
- Coprinopsis atramentaria, que es totalmente incompatible con el alcohol.

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