lunes, 25 de noviembre de 2013

¡Para comer!


Boletus reticulatus Schaeff (= Boletus aestivalis (Paulet) Fr). Como indica el epíteto es una seta que sale en cuanto los calores primaverales se suavizan y caen las primeras lluvias precursoras del otoño. Es una comestible excelente pero poco frecuente y además es difícil encontrarla sin que esté atacada por larvas de insectos. Se conserva muy bien deshidratada.

Boletus reticulatus

Pocos comentarios necesitan los populares nízcalos (Lactarius deliciosus (L.) Gray); son muy conocidos y apreciados gastronómicamente; además, cuando llueve lo suficiente son muy abundantes, y ese es el problema: el monte que el resto del año está casi olvidado por el personal, en esas fechas parece una feria, con las consecuencias obvias.

Lactarius deliciosus

Menos conocidas son las "plateras" (Infundibulicybe geotropa (Bull.) Harmaja). En la zona que nos ocupa sólo la hemos encontrado spbre suelos carbonatados de las sierras circundantes a Sierra Nevada. Es grande y carnosa por lo que da buen juego en la cocina, preferiblemente como acompañamiento de salsas.

Infundibulicybe geotropa

Todo el mundo conoce la seta de ostra (Pleurotus ostreatus (Jacq.) P. Kumm) que puede adquirirse en centros de alimentación, pero no son tantos los que pueden disfrutar de su observación en la naturaleza. Es saprófita sobre troncos de planifolios, especialmente Populus, y muy frecuente en bosque de ribera.

Pleurotus ostreatus

Senderuelas (Marasmius oreades  (Bolton : Fr.) Fr.). Aquí son menos conocidas y apreciadas que en otras regiones españolas. No son muy frecuentes pero a veces aparecen de forma muy abundante en pradillos herbáceos. Para la cocina el pie hay que desecharlo porque es muy fibroso. Hay que tener precaución para no confundirla con otros Marasmius parecidos o, incluso, con algunas especies del género Gymnopus.

Marasmius oreades

Morchella elata Fr. Suele ser conocida como "colmenilla" o "cagarria". En Granada son relativamente frecuentes en los bosques de ribera. Su consumo exige obligatoriamente el desecado previo ya que frescas, aunque se cocinen, pueden resultar tóxicas (*).

Morchella elata
(*) Parece ser que la ingesta de cantidades apreciables de setas frescas han sido causa a veces de alteraciones neurológicas y/o gastrointestinales. Precaución con ellas y siempre cocinarlas después de deshidratarlas.

No hay comentarios: